Hace tan solo unos días la firma Codemaster presentó en sociedad el DIRT Rally 2.0, la última versión del famoso juego de conducción y que ahora asoma como una excelente opción para vivir toda la adrenalina de la competencia motorsport.
Anunciado como título oficial del Mundial FIA de Rallycross, la nueva entrega del juego de consola tendrá los ocho circuitos del campeonato, así como con gran parte de sus coches.
Además, tendrá seis localizaciones reales donde se corre Rally y que representan las rutas de España, Nueva Zelanda, Polonia, Argentina, Australia y Estados Unidos.
El equipo de Motorsport.com pudo acceder en primicia al juego y probar la versión “pre-Alpha” de DIRT Rally 2.0 en Londres y las impresiones fueron variopintas.
Los gamers tuvieron a su disposición un tramo de Nueva Zelanda con una duración cercana a los 9 minutos pilotando un Volkswagen Golf II GTI. También pudieron disfrutar de un trazado de rallycross de Canadá con el Volkswagen Polo RX de Peter Solberg.
En el tramo de rallys, dijeron los evaluadores del juego, se percibe desde el principio el buen hacer de Codemasters con las físicas, incluso en un coche clásico como es el GTI.
El freno de mano aún necesita algún ajuste extra en los botones de los volantes, pero el resto de sensaciones son más que positivas, añadieron los integrantes del equipo de Motorsport.com que pudieron disfrutar del avance.
En el circuito de rallycross se nota el poder de los coches en competencia y eso se nota desde un comienzo. Los derrapes, muy exigentes para lograr controlar el coche, obligan al piloto a no distraerse ni por un segundo de la pista.
A nivel gráfico, añaden los especialistas, en PlayStation 4 todavía faltan texturas por pulir, aunque en PC el juego luce con un esplendor que encanta.
Respecto a la IA, Codemasters está haciendo un buen trabajo, ofreciendo unos tiempos más que competitivos y una agresividad digna del Rallycross en las carreras de la disciplina.
Durante la presentación del juego los desarrolladores advirtieron que no crearían un videojuego fácil y poco exigente, sino lo más cercano posible a la simulación, alejándose en este aspecto de DIRT 4.