El Gran Premio de Vicuña está en marcha y el equipo Rudel ha tenido un desempeño de altos y bajos durante las cuatro primeras especiales del día.
En el lado positivo se encuentra la primera posición temporal de Joaquín Ruiz de Loyzaga con su Ford Fiesta en la R2. Quien hasta el momento le lleva 33 segundos de ventaja a Francisco “Chaleco” López (Peugeot 208).
Por contra parte, su padre, Rodrigo Ruiz de Loyzaga y su navegante Juan Sanhueza se vieron forzados a abandonar después de tener un leve accidente que no les permitió continuar en carrera, pero que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias para la tripulación.
“Largando el prime dos (el primero del día), en el kilómetro tres, en una curva a la derecha, venía un poquito pasado, toqué los frenos y el poco grip que hay en el camino nos mandó al cerro. Nosotros estamos acostumbrados a que los cerros sean blandos, pero aquí nos salió pura roca. Rompimos bandeja, se nos fue para atrás la rueda y se trancó, pero la verdad que el inconveniente más grande fue que quedamos molestando a los otros competidores, pero nos pusimos con la bandera amarilla y estábamos en una buena posición para que ellos no tuvieran ningún inconveniente”, explicó Rodrigo Ruiz de Loyzaga.
Su navegante, Juan Sanhueza, hizo un mea culpa al respecto. “Fue un susto por un hoyo que había en una cuerda por las bajadas de agua que hubo hace un tiempo. Se rompió un pedazo del camino, se angostaba un poco y del susto bloqueamos los frenos y nos tiró hacia el cerro y eso nos empujó la rueda hacia atrás y no lo pudimos ni siquiera mover para que pasara el resto”, comentó.
Ahora el equipo Rudel intentará arreglar durante la tarde el Ford Fiesta número 46 para volver a salir a la ruta mañana domingo.
Sobre el Gran Premio de Vicuña, Rodrigo Ruiz de Loyzaga señaló que “los caminos están bastante buenos. Es un rally tradicional de Vicuña y de la cuarta región”. Además destacó lo que fue la súper especial nocturna: “fue una etapa maravillosa, para mi fue una experiencia que no la vivimos siempre, pero estuvo muy bien el entorno y sobre todo el andar en asfalto. Para el equipo Rudel Racing fue muy buena además porque ganamos la R2 (su hijo Joaquín) y yo me sentí muy bien y bastante cómodo”, finalizó.