El piloto de Eme Racing se sinceró tras verse obligado a abandonar en la pasada fecha del RallyMobil cuando lideraba la R2 Lite.
El tomecino cumplía una destacada actuación en el Gran Premio de Vicuña, ganando la etapa sabatina y liderando la R2 Lite casi todo el domingo, hasta que en el prime 13 el motor de su Peugeot 208 dijo basta.
“En estos momentos ya pasó un poco la bronca. Me dio mucha pena el abandono, más que nada por el esfuerzo que uno pone en esto. Ahora me detengo a analizar las cosas buenas que hicimos en Vicuña. Por ejemplo, la perfección que alcanzamos a nivel de hoja de ruta y el fiato que sentí con el auto. Salimos derechamente a buscar los mejores tiempos. En algunos momentos otros pilotos me decían incluso que los registros nuestros estaban equivocados, pero no fue así. Logramos ser consistentes y hacer tiempos de punta. Eso me reconforta”, reflexionó Patricio Muñoz.
El motivo de la rotura del motor del Peugeot 208 fue una sobre exigencia producto de un problema en los frenos. “Me condicionó el hecho de quedar sin frenos justo en la bajada. Debí forzar demasiado el motor y sencillamente no aguantó”, señaló el volante navegado por Miguel Recalt. Pese a esto, Muñoz se queda con lo positivo del fin de semana, ya que sabe que de no mediar la falla mecánica, hoy estaría mucho más cerca de Martíun Etcheverry, líder de la R2L. “Me gusta ir a un ritmo alto, porque lo que quiero siempre es estar primero. De haber terminado el Gran Premio de Vicuña, ahora estaríamos mucho más cerca de la punta, que es lo que persigo”, agregó el oriundo de Tomé.
Muñoz aseguró que ya tiene listo el auto para el Gran Premio de Rancagua (6, 7 y 8 de octubre), aunque confesó que tuvo que acudir al equipo Joker para repararlo, porque tras encargar el motor a Francia, le comunicaron que la fábrica no tenía repuestos en stock. “Me contacté con mis buenos amigos del equipo Joker, quienes me facilitaron uno. Ya está instalado y el auto está andando. En los próximos días lo iremos a probar”, concluyó.
Así, el binomio Muñoz-Recalt empieza a dejar atrás el trago amargo de Vicuña y se empieza a enfocar en lo que será el Rally de Rancagua.