Todos los autos cuentan con un sistema de caída de agua, o desagüe, que buscan dirigir todos los líquidos hacia el exterior. El problema se genera en otoño con la caída de las hojas, y si le sumamos mucha agua el resultado es fatal. Pero, antes de alarmarte, presta mucha atención.
Si no estás atento al estado de las salidas de agua de tu auto y nunca las limpiaste, estas pueden bloquearse y el líquido se va a ir para cualquier lado, mojando incluso el sistema eléctrico, los computadores (como los de caja y motor) lo que generará que tu auto quede inmovilizado y con un posterior costo de reparación altísimo.
Incluso, en los autos con techo eléctrico pasa lo mismo, y hay que revisar toda la parte superior del auto. Ahí también existen salidas de agua que corren por los postes delanteros (pilar A), solamente que aquí el daño -si están tapados-puede ser mayor ya que se filtra el agua hacia el cielo dentro de la cabina, llenándolo de humedad y generando un daño irreversible.
La manera correcta de evitar esto es dar mantenimiento por lo menos una vez al año antes de la época de lluvias. Este consiste en quitar la suciedad acumulada y limpiar los ductos con cuidado, ojalá con algo fino, como una tijera, o algo con punta como un desatornillador para sacar todo el material, y si puedes sacando el revestimiento plástico en donde van los limpiaparabrisas. Luego, una vez sacada todas las hojas y suciedad podrás con una manguera revisar si escurre bien el agua.