El otro día les contábamos cómo el Team Joker facilitó una carrocería a su equipo rival, Citroën-Monster-Pro Circuit Rally Team, para que Benjamín Israel pueda reparar su Citroën DS3 y competir en el Gran Premio de Vicuña, tras su espectacular volcamiento en Frutillar. Esto pese a que el mellizo lucha palmo a palmo el título de la R3 con uno de los pilotos del equipo Joker –Jorge Martínez (Citroën DS3)– y Cristóbal Vidaurre de Conveyor Belt.
Hoy en el parque de asistencia se vivió una situación similar, ya que mecánicos de los equipos Susaron Rally y Eme Racing acudieron en ayuda del team Rudel Racing para intentar reparar el Ford Fiesta de Rodrigo Ruiz de Loyzaga –que sufrió un despiste esta mañana- para que el piloto de Coronel pueda reenganchar y competir el domingo.
Un noble y lindo gesto que vuelve a demostrar que la rivalidad entre los pilotos y equipos sólo se queda en la ruta.