El Huáscar es mucho más que un trofeo de guerra para Chile o una pérdida militar de Perú, ocurrida durante la Guerra del Pacífico. Desde su captura en el año 1879 este buque ha sido motivo de asperezas de carácter político internacional entre las dos naciones limítrofes. Desde hace un par de meses que esta icónica embarcación, anclada en Talcahuano, cerró sus compuertas al público debido a un exhaustivo proceso de mantención que se extenderá hasta el 8 de mayo próximo.
Las obras se hacen necesarias toda vez que este barco, declarado como reliquia histórica en 1951, es uno de los museos más visitados de la Región del Biobío, recibiendo anualmente cerca de 150 mil personas.
A juicio de la autoridad naval, esta embarcación merece el mejor de los tratos, ya que también es el museo flotante más antiguo del mundo, situación que toma especial significación si se toma en cuenta que participó de un conflicto armado y que en el fragor de la batalla logró ser capturado por las fuerzas chilenas.
Según se informó, sus actuales reparaciones tienen como objetivo que permanezca en buen estado por muchos años más y por eso es que desde 1971 es sometido constantemente a labores de conservación que le permitan seguir a flote con toda su elegancia y carga histórica. Sin ir más lejos en 2013 se realizaron los últimos trabajos de envergadura para procurar su permanencia en el tiempo.
Un poco de historia
Y para darles un contexto, el monitor Huáscar fue un destacado acorazado que participó en la Guerra del Pacífico (1879-1883). Su construcción tuvo lugar en el Reino Unido en 1864 por orden del gobierno peruano y sirvió a la Marina de Guerra de dicho país hasta el 8 de octubre de 1879, día en que fue capturado por la escuadra chilena en el combate naval de Angamos. Es considerado el segundo acorazado a flote más antiguo del mundo, después del buque británico HMS Warrior (construido en 1860). El Huáscar es una de las reliquias más preciadas que quedan de la guerra que sostuvo Chile contra Perú y Bolivia en el siglo XIX.
Hasta 1897 sirvió activamente a la Armada de Chile, fecha en que fue dado de baja, para luego transformarse en un museo flotante, vigente hasta nuestros días, ubicado en la bahía de Talcahuano.