A simple vista parecen ser vehículos muy similares debido a su diseño exterior, pero un auto de rally dista mucho de lo que una persona normal suele conducir en el día a día. Solo basta con mirar debajo del capó y en el habitáculo de un auto de competición para comprender de lo que hablamos.
De hecho, en este simple proceso se pueden distinguir al menos cinco diferencias básicas entre un auto y otro:
1.-Menos peso
El objetivo de una competencia de rally es completar los tramos dispuestos en el menor tiempo posible. Para eso los ingenieros sacan del vehículo todos los paneles que no son de utilidad y que normalmente cumplen una función estética. El objetivo es hacer que el auto baje de peso y así corra más rápido. Aunque no lo crea incluso se le quita la pintura de fábrica ya que esta llega a pesar hasta 5 kilos que pueden hacer una gran diferencia durante la competencia y el cronos final. En reemplazo de la pintura el auto normalmente es “marcado” con diseños “pegables” confeccionados en vinilo u otro tipo de polímero que suelen pesar mucho menos.
2.- Mayor potencia y mecánica
Si bien los autos de rally comparten el mismo motor con sus modelos de calle, lo cierto es que los mecánicos de los equipos de competición realizan cambios fundamentales para mejorar su potencia y rendimiento. Entre estos cambios está, por ejemplo, agregar un cargador turbo y hacerle mejoras a los pistones para que aumente sus caballos de potencia. También se cambia el tanque de combustible por uno de mayor capacidad que está hecho de un material especial que baja su peso y evita que se rompa en caso de sufrir un choque. También se le agrega un sistema de enfriamiento extra al radiador para evitar que se sobrecaliente.
3.-Más y mejores medidas de seguridad
Dado que esta competencia se desarrolla a altas velocidades y en rutas complejas las medidas de seguridad para los ocupantes del vehículo son muy estrictas. En primer lugar este auto debe tener una “jaula” de acero soldada al interior de la cabina. Su objetivo es mantener la estructura del habitáculo del auto incluso al sufrir choques a alta velocidad y también ayuda a dar mayor estabilidad al vehículo cuando se toman curvas muy cerradas. Además de esta estructura el auto también sufre modificaciones a los frenos y se cambia su transmisión a una 4×4.
4.- Menos detalles
El panel frontal del auto de rally también es modificado para maximizar su eficiencia. Para eso dejan de lado cualquier rastro de elegancia y se reemplaza por un penal de fibra de vidrio que se cubre con un tapiz oscuro antibrillo que evite que la luz del sol dificulte la tarea del piloto. Otro cambio radical que se hace en el vehículo es sacarle sus asientos de fábrica y los reemplazan por dos butacas de fibra de carbono que tienen una mejor sujeción para los ocupantes del auto, además de ser más ligeros, seguros y muy firmes.
5.- Un diseño más deportivo
En la parte exterior un auto de rally también sufre modificaciones, las que si bien no son tan notorias para un ojo inexperto, lo cierto es que son fundamentales para lograr un buen resultado en la competencia. Entre ellas, por ejemplo, está el cambio de las defensas y guardabarros por otros de más tamaño para cubrir las llantas que son más grandes. Los cristales del auto también son cambiados por otros que son mucho más resistentes a impactos y choques. Un hecho que no todos saben es que los parabrisas son fijados solo con una cinta especial para facilitar su cambio en caso de que sea necesario.
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