El Rally de Gales (Gran Bretaña), que se inicia este jueves y que es válido por la penúltima fecha de WRC 2019, vivirá un momento cargado de emoción ya que en este correrá por última vez de manera oficial el piloto campeón del mundo en 2003, Petter Solberg, quien además formará equipo junto a su hijo Oliver Solberg, quien, como contrapartida, debutará en el certamen planetario pilotando un Volkswagen Polo R5.

Oliver y Petter Solberg – Instagram/oliversolberg01
Todo estaba preparado hasta que el joven piloto, ganador en el Campeonato Europeo de Rally y otras competencias en el Viejo Continente, fue a sacar su licencia de conducir, requisito básico para correr en la próxima cita motor.
Cual sería la sorpresa del equipo y los fanáticos al enterarse que Oliver reprobó la prueba teórica por lo que no podría acompañar a su padre durante su despedida.
“No sabía nada sobre la presión. Fueron un par de días locos. El martes me equivoqué en una de las preguntas y cuando salí del edificio y me dijeron que había reprobado, el mundo entero se desmoronó un poco. No podía creerlo. El lunes cumplí 18 años y pasé todo el día en mi habitación estudiando el libro sobre el examen”, recordó el joven piloto.
Añadió que tras conocer su resultado en la prueba teórica sintió mucha rabia, especialmente al pensar “en todo lo que habíamos planeado: Mi primera participación en el WRC y ahora no iba a ser capaz de conducir esas increíbles etapas en el Polo. Y, por supuesto, no iba a ser lo mismo para mi padre, que condujéramos juntos en Gales era tan importante para todos nosotros”.
No obstante, dijo que tras reprobar la prueba regresó a casa y pasó toda la noche estudiando y revisando el libro con la materia que se evalúa para regresar al día siguiente y rendir nuevamente el examen, el que esta vez si aprobó.
Consultado al respecto, Petter Solberg dijo estar impresionado por la forma cómo su hijo enfrentó el mal rato y lidió con la presión que significó, especialmente antes de la carrera del fin de semana.
“Estaba un poco molesto. Fue un momento de tensión, pero este tipo de presión es parte del deporte. Estaba tranquilo cuando empezó a trabajar de nuevo y se mantuvo concentrado. No hay problema, ahora pensamos en la competencia y en lo que tenemos por delante. Esta semana va a ser una gran aventura para toda la familia. Pero lo que Oliver tiene que recordar es que este es un evento difícil. Es mucho más grande que cualquier cosa que haya hecho antes – días más largos, etapas más largas y mucho trabajo en el reconocimiento”, dijo el experimentado piloto, también bicampeón mundial de la especialidad de Rallycross.