El ganador de la etapa sabatina de la R2 en la quinta región analizó lo que ha sido el Gran Premio de Valparaíso.
“Es muy fácil romper los autos, realmente muy muy fácil. Los caminos están rotos, tienen baches, pero a mi me encantó. Son caminos irregulares en los que se salta mucho. Me siento como arriba de la moto”, explicó el volante del Peugeot 208 número 67.
Eso sí, el campeón de la R2 advierte que “si uno se excede, rompe el auto. Hay que buscar el límite perfecto para no pasárselo, porque si uno lo hace los autos se rompen”.
Por lo mismo, “Chaleco” hizo uso de toda su experiencia y la de su navegante, Nicolás Levalle, y optó por una estrategia diferente. “Nuestra estrategia fue levantar el auto el viernes y la suspensión la dejamos mucho más dura. Hicimos un setting distinto y salimos desde el primer prime con la suspensión dura”, comentó.
El piloto que defiende los colores de Copec también señaló que “yo sabía que iban a romper suspensiones y sabiendo eso, optamos por esta configuración”. Aunque añade que pese a eso, la suspensión de su Peugeot 208 “igual pegaba fuerte, pero no la rompí”.
“Cuando uno marca el circuito, rápidamente puede identificar los caminos y yo identifiqué que acá estaba peligroso y en cada tramo le iba diciendo a Nico (Levalle) que endureciéramos y endureciéramos, porque o si no, las suspensiones chocaban y chocaban. Entonces hicimos una muy buena regulación y anduvimos perfecto”, agregó.
López aclaró que al optar por una suspensión más dura, se pierde en términos de desempeño, pero así se evita que el auto salte tanto. Además, que si se opta por un ajuste de suspensión blando, se corre el riesgo de que el auto caiga de punta y vuelque.
Para la jornada de hoy domingo, el campeón de la R2 aseguró que iba a endurecer aún más la suspensión, “porque los caminos van a estar más rotos”.
De esta manera, el piloto que actualmente marcha sexto en la general y lidera con 58,4 segundos de ventaja sobre Martí Suriani (Peugeot 208) en la R2, espera sumar un nuevo triunfo a su palmarés.